Teoría monetaria moderna

Nathalie Freitag
Exploring Economics, 2020
Niveau: débutant
Perspective: Économie post-keynésienne
Sujet: Macroéconomie, Monnaie & dette
Format: Texte de base

Teoría monetaria moderna

Autora: Nathalie Freitag

Revisión académica: Dr. Dirk Ehnts

 



 

La teoría

La teoría monetaria moderna (TMM) es una escuela de pensamiento macroeconómico y monetario centrada en el análisis del sistema monetario y crediticio y, en particular, en la cuestión de la creación de crédito por parte del Estado. Bebe de la tradición poskeynesiana y del chartalismo, que fue elaborada por Georg Friedrich Knapp (Ehnts 2020). La TMM cuestiona tres falsas creencias elementales respecto a la teoría monetaria que surgieron en el periodo neoclásico, y puede así entenderse como una alternativa a la concepción neoclásica del dinero.

 

Su primera aportación es la afirmación que los bancos involucrados en el negocio crediticio son capaces de «crear» por sí mismos depósitos bancarios y, por tanto, al contrario de lo que acostumbra a creerse, no actúan como meros intermediarios. Este es, por cierto, un punto de vista que hoy en día comparte hasta el propio Deutsche Bundesbank. En segundo lugar, la TMM señala que lo que el banco central determina es la tasa de interés, y no la oferta monetaria, desacreditando así la premisa de que el banco central controla la masa monetaria. En consecuencia, debemos dejar de tratar el mercado interbancario como un mercado de capitales. Por último, afirma que, al contrario que los hogares y empresas privadas, un Estado «soberano» no puede quebrar[1]. Y es que el Estado puede, de hecho, «crear» dinero a través de su banco central y «destruirlo» mediante impuestos. Además, la deuda pública corresponde con una parte de la riqueza privada, lo cual justifica la intervención contracíclica del Estado, y queda reflejada totalmente en los activos privados. La deuda pública no es otra cosa que la cantidad de pasivos en manos del sector privado en forma de efectivo y bonos (con el correspondiente interés que generen). En este contexto, la TMM defiende una política económica contracíclica, orientada a la estabilización de la economía y el mantenimiento del empleo en tiempos de crisis económicas mediante el aumento del gasto público.

 

La TMM afirma aplicar una perspectiva contable que permite describir el sistema monetario y crediticio moderno de manera empíricamente verificable. Se utiliza el sistema de partida doble como un método que permite la abstracción y, conforme a él, solo se realizan apuntes sobre el sistema monetario y su funcionamiento si pueden ser representadas en un registro contable en diferentes hojas de balance. Así, es posible hacer afirmaciones verificables sobre, entre otras cosas, la creación del crédito o los instrumentos usados por parte del banco central o la política fiscal. Como teoría científica, la TMM es en ese sentido principalmente descriptiva, si bien también permite extraer ideas propositivas para el diseño y la reforma en el ámbito de la política económica.

El sistema bancario

La TMM cuestiona la caracterización que hace la economía hegemónica de los bancos como intermediarios. De acuerdo con esta visión, ampliamente extendida, la labor de los bancos comerciales es la de poner los depósitos de ahorro al servicio de los prestatarios que lo deseen en forma de préstamos. Un mecanismo basado en una tasa de interés compensatoria garantiza que su oferta de crédito se corresponda con su demanda. Esto da a entender que un banco solo puede conceder tanto crédito como se lo permita el volumen de sus depósitos de ahorro, o de reservas en su cuenta de balance en el banco central.

 

La TMM, en línea con la teoría poskeynesiana, defiende la tesis de que la creación endógena del crédito es una característica de los sistemas monetarios modernos y refuta el modelo de la «hucha» neoclásico descrito en el párrafo anterior. De acuerdo con esta hipótesis, los bancos no se limitan a vehiculizar el ahorro, sino que ofrecen préstamos únicamente en función de la solvencia de los agentes que los soliciten y las garantías que estos ofrezcan. Y lo hacen prácticamente «de la nada», mediante contratos legales. Si se cumplen los criterios para conceder un préstamo, el banco anota en la cuenta del prestatario la cantidad correspondiente. El volumen que el banco en cuestión tenga de depósitos de ahorro o en el banco central es irrelevante.

 

Así, es evidente que el banco no presta un dinero que ya esté disponible y no tiene la necesidad de pedir antes prestado el dinero al banco central. El propio banco puede crear dinero nuevo, mientras el préstamo no sea utilice para saldar ninguna otra deuda. El préstamo es principalmente una extensión del balance, es decir, por un lado, un activo para el banco y, por otro, un pasivo para el prestatario. La cantidad anotada en la cuenta del prestatario es a la vez un «debe» para el cliente y un «haber» para el banco, como queda reflejado en las cuentas de balance siguientes:

 

Banco

 

Cliente

Crédito 100

Depósito 100

 

Depósito 100

Crédito 100

 

La creación endógena del dinero se entiende así como la piedra angular del ciclo del crédito ya que tanto primero la producción y luego el consumo requieren una financiación previa. Debido al pago de intereses que conllevan, los préstamos tan solo se contratan para financiar gastos (como, por ejemplo, inversiones). Así, un aumento de la demanda de crédito o, lo que es lo mismo, un aumento de la oferta de crédito genera un aumento en los gastos. Lo que por un lado genera gasto, por otro genera ingreso. El crédito bancario creado por el endeudamiento neto genera activos y pasivos en todo el sistema. Como consecuencia, los bancos comerciales deben aumentar el volumen de sus reservas mínimas en el banco central, lo cual provoca a su vez un aumento de la base monetaria de la que dispone el banco central. La teoría del crédito moderna y la ortodoxa están de acuerdo a nivel ex post. Sin embargo, esto solo ocurre en este último punto, lo cual ha generado malentendidos en la industria crediticia moderna.

El mercado interbancario

En este contexto, otra de las críticas de la TMM a la academia económica actual se basa en lo que considera una visión equivocada con respecto al mercado interbancario. El mercado interbancario no es un mercado de capitales orientado a vehicular depósitos. El mercado interbancario sirve para facilitar la liquidación de pagos entre bancos, a los que se ven obligados debido a las transacciones de sus clientes. Por ejemplo, si un banco tiene obligaciones respecto a otro, debería en teoría tomar prestadas reservas del banco central a cambio de garantías y solo entonces podría transferir estas reservas al banco acreedor.

 

Sin embargo, los bancos han tendido a retrasar estas denominadas transferencias de reservas. En el contexto actual, los bancos se conceden cada vez más créditos interbancarios para evitar esta tener que llevar a cabo esta compensación de pagos, básicamente retrasando la transferencia de las reservas adeudadas al banco central. Y, ya que los bancos participantes en este mercado interbancario tienen también la posibilidad de recurrir directamente al banco central para comprar reservas, normalmente bajo condiciones muy favorables, la tasa de interés de estos préstamos interbancarios debe mantenerse siempre al mismo nivel que el tipo de interés básico del momento.

 

El nivel de reservas del banco central se mantendrá inicialmente indiferente a estos préstamos interbancarios. En este sentido, la TMM ofrece una imagen más matizada en su análisis de los mercados interbancarios en el debate TARGET2 (Ehnts 2016, p. 117 ss.). Señala, por ejemplo, que la burbuja inmobiliaria española no estaba financiada por los ahorros alemanes, como acostumbra a afirmarse de manera equivocada, sino que fue el resultado de préstamos concedidos por los bancos españoles. El déficit actual en la balanza de pagos española refleja simplemente un aumento de las importaciones por el lado de España debido a un nivel de ingresos relativamente alto.

El papel del banco central

De todo esto se deriva que, al contrario de lo generalmente aceptado, el banco central no determina la masa monetaria. Lo único que puede hacer es intentar estimular o moderar la actividad crediticia de los bancos comerciales mediante tipos de interés u operaciones de refinanciación. Pese a esto, el volumen del crédito concedido al sector privado depende únicamente de la demanda de crédito. Por el lado de la demanda tenemos hogares y empresas que, por ejemplo, quieren comprar propiedades o hacer inversiones. Nada puede forzar al sector privado a endeudarse. Por otro lado, el banco central está obligado por ley a conceder préstamos a los bancos comerciales en una cantidad apropiada si estos presentan suficiente colateral. Esto implica que el banco central no puede ni determinar ni controlar la oferta monetaria; tan solo puede tratar de influenciar la cantidad de inversiones fijando tipos de interés.

 

Esta influencia se ha mostrado más bien ineficaz en el marco de la actual «fatiga inversora” de la zona euro. También aquí la TMM permite comprender el complejo entramado de relaciones y hacer recomendaciones a partir de este análisis, esta vez a nivel de política fiscal: a pesar de unos tipos de interés históricamente bajos, es evidente que la inversión privada no está respondiendo a la política de tipos de interés del BCE. La TMM entiende que la causa de esto es una debilidad estructural de la demanda, que solo puede ser remediada con el aumento del gasto público (o la reducción de las horas de trabajo). De esta forma, desde su visión contable de la macroeconomía, la TMM señala que lo que por un lado es un gasto deriva por otro lado en un ingreso.

Balances sectoriales e implicaciones en la política fiscal

En términos macroeconómicos la economía está formada por tres sectores: el sector privado, el sector público y el sector exterior («el resto del mundo»). La ecuación sectorial básica que se deriva de esto implica que, por ejemplo, el sector privado solo puede generar un superávit (ahorros) en la medida en la que se endeude otro sector. Desde la perspectiva de la economía mundial, «el resto del mundo» no puede asumir esta posición, ya que el saldo por cuenta corriente de la economía mundial como tal debe mantenerse en equilibrio. Ante esto queda solo el Estado, cuya tarea es, entonces, estimular la economía a través de una política fiscal anticíclica. Con la ayuda de políticas activas de empleo y del Estado como empleador de última instancia es posible generar ingreso, lo cual genera a su vez consumo privado y promueve la producción.

Los problemas de la zona euro y el diseño de políticas económicas

En este contexto, la TMM llama la atención sobre las fallas que tiene actualmente la política económica de la zona euro, donde los Estados miembro están a todos los efectos prácticos endeudados en moneda extranjera. El Banco Central Europeo apenas acaba de empezar a garantizar indirectamente la liquidez de los países, por lo que los gobiernos nacionales se ven entonces más o menos forzados a competir con los inversores privados en los mercados financieros. Otro problema en este marco es que la moneda única ha eliminado la tasa de cambio como instrumento para restaurar la competitividad y el control de la demanda. Una posible devaluación de la propia moneda implicaría el abaratamiento relativo de las exportaciones y el encarecimiento relativo de las importaciones. Esto fomentaría el aumento de las exportaciones de bienes y servicios nacionales, y la moderación de la importación de bienes extranjeros. En consecuencia, esto incentivaría la producción nacional y el crecimiento económico.

 

De acuerdo con la TMM, la política de austeridad y la reducción del gasto público asociada a ella no son mecanismos efectivos para combatir una recesión. La zona euro solo volvió a mostrar unas tasas de crecimiento moderadas una vez se abandonaron las políticas de austeridad, así que la recuperación económica está probablemente más vinculada al cese de los recortes que al éxito de su implementación. Los defensores de la TMM tienen opiniones divergentes con respecto al futuro de la zona euro. Algunos, como Bibow (2013) y Ehnts (2016), proponen crear un Tesoro Europeo. Cruz-Hidalgo et al. (2019) defienden la necesidad de introducir a la vez un Tesoro Europeo y un programa de Trabajo Garantizado. Ehnts y Paetz (2019) apelan a los países de la zona euro para que reconsideren su posición con respecto a la deuda pública y modifiquen el diseño de la zona euro de manera correspondiente. Mitchell (2017), por su parte, es muy crítico con el euro y la Unión Europea y considera que se trata de un proyecto fallido.

Otras propuestas de política económica basada en la TMM

La propuesta política basada en la TMM más destacada de los últimos años es el New Green Deal propuesto por la congresista estadounidense Alexandria Ocasio-Cortez. Es un enorme proyecto de creación de infraestructuras orientado a la promoción de una transformación ecososcial de la economía estadounidense. El Nuevo Pacto Verde para Europa está también inspirado en la TMM. En el contexto estadounidense Kelton (2020), asesora económica de Bernie Sanders, sostiene en su nuevo libro la necesidad de que el gobierno de Estados Unidos oriente su gasto a los resultados y no en función del déficit o la deuda. Tcherneva (2020) del Bard College (Nueva York) afirma que debería llevarse a cabo un programa de Trabajo Garantizado para reducir el desempleo y aumentar la estabilidad macroeconómica.

Referencias

Bibow, Jörg. 2013. Lost at Sea: The Euro Needs a Euro Treasury, Levy Economics Institute, Working Paper No. 780

Esteban Cruz-Hidalgo, Dirk Ehnts, Pavlina R. Tcherneva. 2019. Completing the Euro: The Euro Treasury and the Job Guarantee, Revista de Economía Crítica 27, S. 100-111

Ehnts, Dirk. 2016. Modern Monetary Theory and European Macroeconomics, Routledge.

Ehnts, Dirk. 2017. Modern Monetary Theory und europäische Makroökonomie. Berliner Debatte Initial 28 (3), S. 89-102.

Ehnts, Dirk und Michael Paetz. 2019. Die Modern Monetary Theory: Staatsschulden als Steuergutschriften, Vierteljahrshefte zur Wirtschaftsforschung 88(4), S. 77-90

Ehnts, Dirk. 2020. Geld und Kredit: eine €-päische Perspektive, Metropolis, 3. Auflage.

Fullwiler, Scott. 2008. Modern Central Banking Operations – The General Principles, https://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=1658232.

Kelton, Stephanie. 2021. El mito del déficit. La teoría monetaria moderna y el nacimiento de la economía de la gente, Taurus.

Mitchell, William, Randall Wray and Martin Watts. 2019. Macroeconomics, Red Globe Press.

Mitchell, William. 2017. La Distopía del Euro: Pensamiento gregario y negación de la realidad, Lola Books.

Mitchell, William and Thomas Fazi. 2017. Reclaiming the State: A Progressive Vision of Sovereignty for a Post-Neoliberal World, Pluto Press.

Mosler, Warren. 2014. Los sietes fraudes inocentes capitales de la política económica, El Petit Editor.

Sahr, Aaron. 2017. Keystroke-Kapitalismus. Ungleichheit auf Knopfdruck, his Verlag.

Tcherneva, Pavlina. 2020. En favor del Trabajo Garantizado, Lola Books.

Wray, Randall. 2015. Modern Money Theory: A Primer on Macroeconomics for Sovereign Monetary Systems, Palgrave Macmillan, 2. Edición.

Wray, Randall. 2018. Modernes Geld verstehen, Lola books.

 


[1] Siempre y cuando el Estado no fije el tipo de cambio, se comprometa a hacer entrega de oro u otras mercancías ni se endeude en un grado importante en una moneda extranjera.

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